Siempre hemos hablado del agua mineral, su origen, historia, contexto geográfico, sus datos técnicos y los procesos de elaboración de tal o cual agua, pero hoy vamos a agregar a ello la posibilidad de degustar dos productos que se diferencian solo por su gasificación, pero que a priori llevan el sello de la historia de una de las mejores aguas minerales de España llamada Mondariz.
Como en muchos casos, el consumo de las aguas minerales residía en acción terapéutica, y Mondariz tiene una larga historia en ese aspecto, ya que esas aguas se remiten al siglo XIX, en la antigua villa romana de Búrbida con los pobladores del Castillo de Sobroso.
Es a partir de 1873 cuando se declara a dicha agua de Utilidad Pública, y a partir de 1877 se envasa por primera vez el agua en la planta de envasado en un edificio anexo al manantial. Estos manantiales se encuentran ubicados en los municipios de Mondariz y Pontevedra, en la cuenca hidrogeográfica del río Tea, que es un afluente del río Miño y las surgencias están localizadas en la confluencia de los arroyos Aboal y Xabriña.
Las aguas de este acuífero tienen una residencia hidráulica que oscila entre los 60 y los 150 años, brota a una temperatura de 16,5 ° C y el suelo es granítico lo cual le otorga cualidades minerales muy beneficiosas para la salud. Todo el trabajo de la captación, conducción y depósitos fabricados y construidos para que las características del agua Mondariz sean las adecuadas, como así también se proceda a extracciones controladas para que el agua pueda mantener esos beneficios y propiedades para la salud.
La composición mineral se indica en mg/litro y específicamente de agua Mondariz es la siguiente:
Residuo seco a 180ºC: 179 mg/l
◦Bicarbonatos(CO3H) aprox. 162 mg/l
◦Cloruros (Cl) aprox. 13,2 mg/l
◦Sulfatos (SO4) aprox. 1,6 mg/l
◦Fluoruros (F) aprox. 0,4 mg/l
◦Calcio(Ca) aprox. 9,3 mg/l
◦Magnesio (Mg) aprox. 6 mg/l
◦Sodio (Na) aprox. 46,5 mg/l
◦Potasio (K) aprox. 4,3 mg/l
Las dos aguas que presenta Mondariz en esta ocasión son el agua mineral natural sin gas, y el agua mineral natural con gas. La primera tiene un aspecto visual límpido, brillante, en la nariz no cuenta con ningún tipo de defectos, a pesar de su mineralización débil, en boca su sabor es mineral, fresca, ligeramente salina, muy suave, equilibrada y exquisitamente amable.
El agua con gas presenta una efervescencia media, con una burbuja de gas carbónico aterciopelada, fina y burbujeante, con un ligerísimo final dulce, muy fresco y armonioso. Estas dos aguas difieren en el paladar en la intensidad, la acción del gas carbónico y la delicada combinación al que se puede destinar a cada una de ellas, pero lo que estamos seguros es que ambas son distinguidas y sumamente agradables. Bon Appetit.