Según muchas investigaciones, el agua mineral tiene muchos siglos de historia y variados escenarios de origen, pero lo que tiene a su vez una historia un poco más reciente es el agua mineral embotellada, donde según algunas investigaciones, la primer agua mineral que habría sido embotellada en Francia, es la que hoy vamos a describir hoy, y que internacionalmente se la conoce como agua mineral Perrier.
Sucedió en la comuna de Vergéze, en la ciudad de Nimes, los Alpes franceses, donde nació “Bouillens”, una de las célebres aguas minerales con gas en el año 1863, y cuyo significado es “fuente de agua hirviendo” debido a las altas temperaturas en la surgencia del agua por su origen volcánico, lo que provocó numerosos estudios de científicos que investigaron sobre el origen y las características principales de su gasificación, de la cual el doctor Dax escribió una tesis en 1867.
Los derechos de explotación del agua ocurrieron por obra de un decreto de Napoleón III en 1863, convirtiendo a la región en un balneario público, y a la sociedad formada posteriormente se la conoció como Societé de L’Etablissemente Termal des Eau Minórale de Vergéze, la cual ofrecía en sus instalaciones baños fríos, calientes, con fangos y una incipiente venta de aguas envasadas. En 1869 un incendio arrasó con todo, lo que provocó una reforma años más tarde creando la Compañía de Vergéze, junto al doctor Perrier. Este médico resignificaría la función del agua mineral, otorgándole características terapéuticas tanto sea en su versión de agua termal, como así también incorporándola al consumo vía oral, y sería entonces el inglés Saint John Harmsworth quien tomaría la compañía en 1903 y la bautizaría con el apellido del médico de Nimes.
En la actualidad, Perrier pertenece al grupo Nestle, es así desde 1992 y tiene presencia en alrededor de 150 países, considerándosela entre las aguas minerales con gas más publicitadas y glamorosas del mundo, y para muchos países la número uno.
Su composición mineral es la siguiente:
Calcio: 155 mg/litro
Cloro: 25 mg/l
Fluor y Magnesio: 6,8 mg/l
Bicarbonatos: 445 mg/l
Sodio: 11,8 mg/l
Sulfatos: 46,1 mg/l
pH: 5.5
No podemos evitar la comparación con otra agua que también posee gas carbónico como es la española Vichy Catalán, contando Perrier con una burbuja más fina, es un agua con un nivel de calcio de 155 mg, que comparado con los 1087 mg por litro de sodio y los 2081 mg de bicarbonato de la Vichy, puede parecer ligera y tenue, sin embargo es un agua mineral con gran presencia y una importante intensidad en el paladar desplegando vigor y distinción con su tenue textura de burbujas que explotan suavemente en la boca, no siendo entonces nada casual el hecho de que “la duquesa de las aguas” sea una de las aguas minerales con gas más vendida en todo el mundo. Bon Appetit.
31 de julio de 2011
1 de julio de 2011
ACQUA PANNA: LA “CREMA” DE TOSCANA
Siempre que escribimos sobre el agua, sabemos y somos concientes que estamos en presencia de un recurso muy importante para el desarrollo de la vida, a su vez, fuimos conociendo que el origen de muchas aguas minerales se fueron tejiendo alrededor de antiguas historias y leyendas que se remontan incluso hasta antes del comienzo de nuestra era, y los escenarios que contextualizan su localización y obtención son generalmente característicos de hipnótica belleza, es precisamente eso lo que va a ocurrir con el agua mineral Acqua Panna y parte de su enriquecedora historia.
En la región de Toscana, en el centro de Italia, los tiempos nos remontan al año 187 a.c. cuando en la construcción de una carretera entre Florencia y Bolonia, el cónsul del Imperio Romano conocido como Flaminio levantará el velo de una ciudad conocida como Mugello, en donde se localizaría la famosa Villa Panna en las colinas de Toscana, una reserva de 1.300 has que más tarde sería ocupada por la familia Médici; la elección del nombre Panna, (cuyo significado es crema en italiano), se debió al color predominante de la casa principal de la familia. Destacaremos que años más tarde se vería el reconocimiento a las propiedades de esa agua mineral que surgía a unos 3.700 metros de altura en los Montes Apeninos, donde se comenzarían a aprovechar todos sus beneficios con relación a la salud.
A finales del siglo XIX, el agua comienza a ser embotellada, en 1926 se le autoriza finalmente su embotellamiento industrial, y su distribución la obtendrá la familia Bonacossi en el año 1938. Unos años más tarde, por el año 1957, Acqua Panna será adquirida por la Societá Anónima delle Termi di San Pellegrino.
La composición mineral de esta agua es la siguiente:
pH: 8.2
Total de Sólidos Disueltos (TDS): 137 mg / l
Calcio: 30,2 mg / l
Magnesio: 6,9 mg / l
Sodio: 6,5 mg / l
Potasio: 0,9 mg / l
Bicarbonato: 100 mg / l
Cloruro: 7,1 mg / l
Sulfato: 21,4 mg / l
Flúor: <0,1 mg / l
Nitrato: 5,7 mg / l
Sílice: 8,2 mg / l
Estroncio: <0,2 mg / l
Las características organolépticas del agua mineral Acqua Panna son las de un agua sin gas carbónico, con un aspecto visual brillante, límpido, aromas frescos y neutros, siendo en boca un agua ligera, reconfortante y equilibrada, de fina persistencia y leve intensidad, podríamos señalar que comparte con su nombre esa cremosa textura que no solo permite disfrutar la calidad del agua, sino también ese mapa paradisíaco de las colinas de Toscana y esa espléndida, monumental e histórica región italiana. Bon Appetit.
En la región de Toscana, en el centro de Italia, los tiempos nos remontan al año 187 a.c. cuando en la construcción de una carretera entre Florencia y Bolonia, el cónsul del Imperio Romano conocido como Flaminio levantará el velo de una ciudad conocida como Mugello, en donde se localizaría la famosa Villa Panna en las colinas de Toscana, una reserva de 1.300 has que más tarde sería ocupada por la familia Médici; la elección del nombre Panna, (cuyo significado es crema en italiano), se debió al color predominante de la casa principal de la familia. Destacaremos que años más tarde se vería el reconocimiento a las propiedades de esa agua mineral que surgía a unos 3.700 metros de altura en los Montes Apeninos, donde se comenzarían a aprovechar todos sus beneficios con relación a la salud.
A finales del siglo XIX, el agua comienza a ser embotellada, en 1926 se le autoriza finalmente su embotellamiento industrial, y su distribución la obtendrá la familia Bonacossi en el año 1938. Unos años más tarde, por el año 1957, Acqua Panna será adquirida por la Societá Anónima delle Termi di San Pellegrino.
La composición mineral de esta agua es la siguiente:
pH: 8.2
Total de Sólidos Disueltos (TDS): 137 mg / l
Calcio: 30,2 mg / l
Magnesio: 6,9 mg / l
Sodio: 6,5 mg / l
Potasio: 0,9 mg / l
Bicarbonato: 100 mg / l
Cloruro: 7,1 mg / l
Sulfato: 21,4 mg / l
Flúor: <0,1 mg / l
Nitrato: 5,7 mg / l
Sílice: 8,2 mg / l
Estroncio: <0,2 mg / l
Las características organolépticas del agua mineral Acqua Panna son las de un agua sin gas carbónico, con un aspecto visual brillante, límpido, aromas frescos y neutros, siendo en boca un agua ligera, reconfortante y equilibrada, de fina persistencia y leve intensidad, podríamos señalar que comparte con su nombre esa cremosa textura que no solo permite disfrutar la calidad del agua, sino también ese mapa paradisíaco de las colinas de Toscana y esa espléndida, monumental e histórica región italiana. Bon Appetit.
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