La geografía y la historia no solo contextualizan a un determinado alimento o bebida, sino que también suelen acompañar el desarrollo y la evolución de recursos muy importantes para la vida. En este caso es el agua, los elevados picos de Los Alpes, y Francia a finales del siglo XVIII, que situarán al agua mineral natural Evian, como una de las protagonistas y más reconocidas aguas minerales del mundo. Será en 1789, cuando el marqués de Lessert beberá el agua del manantial de Sainte Catherine y afirmará su recuperación del sufrimiento de sus riñones y del hígado, por lo que adjudicará al agua un poder milagroso, al cual los médicos comenzarán posteriormente a recetar como remedio para la salud. Para 1829, será fundada la empresa de agua, Societé des Eaux, en 1859 se convertirá en una empresa pública conocida como Societé Anonyme des Eaux Minerales de Cachat, autorizándose su envasado en 1878. A partir de 1908, el agua Evian se comenzará a vender en botella de vidrio, en 1969 se envasará en PVC y desde 1995, el agua del Grupo Danone, será envasada en las plegables botellas de PET.
De los picos montañosos de Los Alpes del Norte y sus nevadas y vírgenes vertientes alpinas, descenderán las gotas de agua hasta desembocar en el acuífero de Evian-les-Bains, es a partir de allí que el agua obtendrá cualidades de características excepcionales debido a la protección de las capas geológicas, de la acumulación por los glaciares desde hace 30.000 años.
El agua mineral natural Evian, contiene una buena cantidad de calcio y magnesio, los cuales aportan dureza al agua, y muy importante en la construcción y desarrollo óseo, y una destacada cantidad de bicarbonatos que facilitan la digestión. Su composición mineral es la siguiente:
TDS: 357 mg/litro
pH: 7.2
Dureza: 291 mg/l
Sodio: 5 mg/l
Calcio: 78 mg/l
Magnesio: 24 mg/l
Bicarbonato: 357 mg/l
Nitrato: 3.8 mg/l
Potasio: 1 mg/l
Silicio: 14 mg/l
Sulfato: 10 mg/l
Cloruro: 5 mg/l
Podemos señalar que Evian es un agua mineral de aspecto brillante y límpida, aromas neutros y refrescantes, en boca se presenta ligera, persistente, aterciopelada y muy equilibrada en sus contenidos minerales, toda una armonía que resulta muy acorde a su acontecer histórico, a su marco geográfico y a su indudable reconocimiento mundial. Bon Appetit.