Se celebra el 22 de marzo el Día Mundial del Agua, por este motivo precisaremos algunos de los puntos centrales de este esencial recurso, teniendo en cuenta la importancia de lo que aportan algunos datos, y que nos van a servir para el proceso de concientización de que es lo que sucede con el agua y el saneamiento a nivel mundial.
Tenemos que destacar que el 70 % de la superficie terrestre se encuentra cubierta por agua correspondiendo el 97 % a agua salada de océanos y mares, con lo que quedaría solo un 3 % para el agua dulce, de los cuales el 1% se encuentra en estado líquido y el 2% restante se halla en estado sólido y con un 90 % de muy difícil acceso ya sea en glaciares como en los diversos casquetes polares.
En los fríos números que se señalan muchas veces como información, pero que nos sirven como parámetro de que es lo que ocurre con el agua, tanto para la salud como en relación a la pobreza, es que más de 1.200 millones de personas viven sin acceso a una fuente de agua mejorada; esto precisamente coincide con alrededor de 1.400 millones de personas que viven en la indigencia absoluta con menos de un dólar por día para cubrir sus necesidades.
También se estima que alrededor de 2.500 millones de personas no poseen un sistema de saneamiento adecuado, (o sea el acceso a las instalaciones que garanticen la separación higiénica de los desechos humanos de su contacto, perjudicando directamente la salud) y que nos hace suponer que corresponde coincidentemente a 2.700 millones de personas que viven con menos de dos dólares diarios.
Por esta razón es muy importante tener en cuenta el tema de la distribución de los recursos del agua, ya que si bien los porcentajes pueden variar de un país a otro, el énfasis de las responsabilidades no cabe a todos por igual debido a que en promedio el 70 % del consumo del agua se destina a la agricultura, la industria va a consumir el 20 % y el uso doméstico va a corresponder al 10 % restante.
Teniendo en cuenta entonces esta deficiente distribución del recurso, el aumento en la producción de energía de los biocombustibles, el calentamiento global, el aumento de la población (y por supuesto el inequitativo reparto del recurso), la falta de control y gestión en el agua destinada a uso agrícola a escala mundial y la minería a cielo abierto, con sus efluentes drenados con la posterior contaminación, es que tiene fundamental importancia la protección, conservación y el control participativo por parte de la población.
Es importante destacar para finalizar que hay suficiente agua potable en el planeta para abastecer a 7.000 millones de personas, pero el problema reside en la distribución tan irregular por la que termina desperdiciada, contaminada y sin ningún tipo de control. En el segundo informe de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos se destaca “El agua es el principal recurso para la vida. Por ello, la disponibilidad de este recurso es un componente esencial del desarrollo socioeconómico y la reducción de la pobreza”.
Por esta razón, es indispensable una concientización alrededor de cuales son fundamentales las gestiones de conservación de los recursos hídricos, con la imperiosa necesidad de una mejor distribución y un óptimo desarrollo de los ecosistemas, con la finalidad de un abastecimiento equitativo, evitando de este modo carencias y desastres hidrológicos en todos los sistemas sanitarios y en la salud de toda la población en su conjunto.