La idea del nombre de un objeto en la mayoría de los casos es llamar la atención del público, y si a esto le sumamos el diseño de un envase que resulte original, seguramente su imagen va a acaparar esta atención y a su vez los deseos de consumir el llamativo producto. Esto es lo que sucede con OGO, que es un agua mineral de manantial a la que también se la conoce en el mundo como “el agua que respira”.Esta agua mineral surge de un manantial natural de la zona de Tilburg en los Países Bajos (Holanda), y es importante señalar que las características de esta región es que son aguas de deshielo que se someten a un proceso natural de oxigenación. Se la llama “agua que respira” por su alta concentración de oxígeno, ya que en su composición se puede leer que posee 3
5 veces más de oxígeno que cualquier otra agua, lo que le va a conferir una mayor oxigenación de la sangre, al consumirla de forma regular, proporcionando una mejor vigorización del organismo, principalmente en el caso de los deportistas que requieren un mayor esfuerzo físico. La composición mineral de OGO es la siguiente:Bicarbonatos: 231 mg/litro
Calcio: 63 mg/l
Silicio: 19,3 mg/l
Sulfatos: 18 mg/l
Cloro: 16 mg/l
Sodio: 8,5 mg/l
Fluor-Magnesio: 7,6 mg/l
Potasio: 4,5 mg/l
PH: 6,44 mg/l
Su envase es reconocido debido al particular formato redondo, representado en una llamativa burbuja de oxígeno de 330 cm3, creado por el estudio de diseño francés Ora-Ito. A los beneficios que le otorgan los 200 mg/litro de oxígeno al organismo, tenemos que decir que OGO es un agua mineral intensa, algo ligera, baja en sodio, y bicarbonatada que le otorga sabores particulares y muy vitales para el mantenimiento del equilibrio ácido de base y lo que significa el PH de todas nuestras células. A beber, respirar y …Bon Appetit.
