Como sabemos, las aguas
minerales surgen en muchos casos, de las vertientes más majestuosas que nos
puede regalar la naturaleza, y tanto es así, que a grandes y elevadas altitudes
surgen acuíferos o manantiales del que fluyen importantes niveles de milenarias
aguas, que descienden como sucede con Agua Patagonia, de la cadena montañosa de
la Cordillera de Los Andes.
Es importante destacar que el acuífero Patagonia es un gran lago que acopia aguas desde hace más de 150 años y que su extensión se enmarca debajo de la provincia de Neuquén. El agua gotea sobre las fisuras de la superficie basáltica, con lo que se filtra a una gran velocidad y sube a la superficie a una temperatura de 10ºC constante en un considerable profundidad y distancia recorrida, lo que otorga como característica de calidad a Agua Patagonia en esos 1200 metros de altitud de las Montañas Collon Cura, en el corazón de Los Andes.
Como señalábamos,
el acuífero artesiano de Agua Patagonia se confina en las montañas y actuando
bajo presión positiva, logra que el nivel del agua surja naturalmente
consiguiendo de este modo un equilibrio hidrostático. La carbonatación se
produce de forma natural a partir de gases volcánicos que se encuentran en los
estratos geológicos, en un punto aislado y a una profundidad diferente en la
vertiente de la misma formación geológica.
La composición
mineral de Agua Patagonia es la siguiente:
Calcio: 22.6 mg/l
Cloruro: 5.6 mg/l
Fluoruro: 0.8 mg/l
Sodio: 5.8 mg/l
Sulfato: <28 mg/l
pH: 7.7 mg/l
TDS: 171 mg/l
Dureza: 95 mg/l
El aspecto visual
de Agua Patagonia es límpido, brillante y transparente, los aromas son neutros,
suaves en todo lo que representa el aspecto olfativo y en el gusto, podemos
destacar que es un agua muy ligera, fresca, en la que la alcalinidad que posee,
permite destacar notas delicadamente dulces en el ingreso en boca. Por otra
parte, en cuanto a su versión sparkling, permite percibir unas finas burbujas
que recorren equilibradamente las papilas gustativas.
Podemos señalar
entonces, que ese maravilloso cuadro de elevadas cadenas montañosas de Los
Andes, sus altitudes y clima, que aportan frescura a toda la región, y sus
suelos, que tienen inmejorables características minerales, y que son acopiadas
en el descenso y recorrido de las aguas, nos traducen la calidad, frescura y
personalidad de un agua como Patagonia.