13 de marzo de 2010

CATA DE AGUA

Normalmente es una pregunta compleja, ya que, históricamente se nos ha enseñado desde jardín de infantes, hasta la universidad, pasando por todas las conversaciones cotidianas que podamos sostener en la vida diaria, que el agua es insípida, incolora e inodora. Bueno, la pregunta sería…cómo dar vuelta esto?
Y es que sabemos que las aguas minerales, se diferencian según su grado de mineralización, y entre tantas clasificaciones químicas y fisico-químicas que existen, vamos a centrarnos en que pueden ser oligominerales, de mineralización débil, de mineralización media y de mineralización fuerte. A su vez, también pueden ser alcalinas, acidulas, salinas, cálcicas, ferruginosas, magnésicas, sulfatadas, iodadas o fluoradas, y pueden ser naturalmente gaseosas, con un gas carbónico proveniente de la fuente misma permitiéndose un poco de gas de la misma fuente, gasificada o con gas, cuando el gas puede no provenir de la fuente, y no gasificada, la que no contiene gas carbónico, pero vamos en principio, al agua y los sentidos.
En el análisis visual, hay que tener en cuenta, su limpidez, que no existan residuos, su fluidez, ya que depende de algún elemento graso que pueda tener, su opacidad, en cuanto a su transparencia y brillo, y la turbidez, teniendo en cuenta factores que sean todo lo contrario a la limpidez, ya que puede llegar a tener algún residuo extraño.
Para el análisis olfativo, ocurre un hecho llamativo, ya que ciertas sales minerales, permiten sentirse su sabor, más no su olor, y solamente se le pueden percibir olores, por vía retronasal. Las descripciones de los olores, son muy variadas, y van desde mineral, picante, o sea con desprendimiento de anhídrido carbónico, moho, por su almacenamiento, ferrosa, provenientes de arcillas férricas, acidula, cuando está con gas o carbonatada, o cal, cuando presentan olores calcáreos.
Y cuando hablamos de sabor, es importante asociarlo al flavor, porque en es el momento que se bebe, se va a registrar la combinación de olor, sabor, y todas las sensaciones táctiles. Para el gusto, lo que se va a tener en cuenta es su evolución, en el momento de mantener el agua en la boca, su intensidad, ya que cuanto puede llegar a durar el sabor en la boca, el retrogusto, y su sensación percibida en la vía nasal interior, dulce, sin gas, generalmente, salada, rica en minerales, alcalina, con sensación carbonatada, ácida, con algún picor proveniente del gas, y también las hay frescas y equilibradas, cuando no transmiten ninguna sensación predominante.
Las temperaturas recomendadas para beber el agua, se encuentran entre los 11° y los 14°, cuando no tienen gas, y entre 8° y 10° las gasificadas, no es conveniente beberlas muy frías, ya que, en algún sentido, impide percibir todas las cualidades que posee el agua, y tampoco es conveniente congelar el agua, porque alteran algunas propiedades minerales, ya sabemos de la importancia del agua en el funcionamiento del organismo, entonces corresponde entrenar a nuestros sentidos, para movilizar, aún más, nuevas sensaciones placenteras. Bon Appetit.