2 de diciembre de 2010

AGUA MINERAL: BENEFICIOS EN LA SALUD

Como sabemos, las aguas minerales cuentan con una gran cantidad de propiedades y beneficios para la salud del organismo humano, y ello se evidencia no solo en la necesidad de cubrir el porcentaje de agua que precisamos diariamente para sobrevivir, sino también en las cualidades que presentan cada uno de los componentes que componen el agua mineral natural.
De todos modos, en esta nota nos referiremos solo a los minerales que más influencia aportan al organismo y se encuentran en el agua, y la importancia del valor de su consumo en la ingesta diaria. En este sentido, es necesario saber que el agua mineral natural se puede obtener mediante bombeo de manantiales por perforaciones que llegan a la superficie, o la que surge de manantiales naturales, su pureza natural es tanto química como microbiológica y está compuesta por muchos minerales que viene arrastrando como por ejemplo el calcio, magnesio, sodio, hierro, potasio, entre lo que son los cationes, que por su carga positiva van hacia abajo, y el cloruro, fluor, fösforo, sulfato, sulfuros, bicarbonato que son aniones y poseen carga negativa y van hacia arriba.
Comenzando por el magnesio, se encuentra presente en el agua y en los cereales, verduras, frutos, cacao, entre otros, y contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso, a la relajación muscular combatiendo la fatiga, recomendando unos 350 mg para el adulto y el adolescente, y 500 mg para el deportista.
El calcio que se encuentra en el agua mineral va a aportar junto a los lácteos principalmente todo lo que significan la evolución en el crecimiento, la formación y solidez del aparato óseo, también para la prevención de cálculos renales y para el control del ritmo cardíaco, se recomienda un aporte cotidiano de alrededor de 1000 mg para los adultos y 1200 mg para adolescentes, mujeres embarazadas y personas mayores de edad.
El hierro en el agua mineral aporta muchos beneficios para los glóbulos rojos de la sangre en el transporte del oxígeno, previniendo anemias, trastornos digestivos, obesidad y reumatismos, se recomiendan unos 10 mg para el hombre y 12 mg para la mujer.
El sodio por otra parte contribuye en la retención del agua en el interior del organismo regulándola y repartiendo a la misma dentro del organismo. De este modo, regula la presión arterial y el equilibrio en nuestros tejidos y la transmisión del flujo nervioso; a las personas con tensión baja se le recomienda aguas con alto contenido de sodio y a las que sufren de hipertensión se le aconsejan aguas de bajo contenido de sodio o hiposódicas.
El fluor aporta protección contra las caries dentales, favoreciendo la remineralización del sistema dentario, se recomienda de 1.5 a 1.7 mg al día. El potasio actúa sobre la contracción muscular y el iodo actúa beneficiosamente contra el bocio o aumento de las glándulas tiroideas.
También está compuesta de otros aniones como los bicarbonatos, los sulfuros, y sulfatos que aportan beneficios, pero los arriba expuestos son los más significativos, por supuesto que la conveniencia de beber tal o cual agua mineral depende de la finalidad de la persona al consumirla, pero es importante para ello consultar con un especialista de la salud, para determinar cual va a ser la mejor indicada para cada caso particular. Bon Appetit.